La rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo. El dolor de rodilla es el segundo síntoma musculoesquelético más frecuente evaluado por el médico de atención primaria.
La rodilla está conformada por 3 huesos- el femur, tibia y la patela- con tres áreas de articulación. Las estructuras de tejido blando incluyen los cuatro ligamentos principales- el cruzado anterior, cruzado posterior, ligamento colateral medial y lateral- la cápsula articular, meniscos medial y lateral, el tendón del cuadriceps y el tendón patelar.
- Anatomía
Prueba del cajón: Es utilizada por los médicos para detectar la ruptura de los ligamentos cruzados de la rodilla. El paciente debe colocarse en decúbito supino, con las caderas flexionadas a 45 grados, las rodillas flexionadas a 90 grados, y las plantas de los pies sobre la mesa de exploración. Se colocan las manos alrededor de la rodilla con los pulgares sobre la línea articular medial y lateral, y los índices en las inserciones medial y lateral de los músculos femorales posteriores. Se tira de la tibia hacia adelante (prueba del cajón anterior), observando si se desliza por debajo del fémur; de la misma forma se empuja la tibia hacia atrás (prueba del cajón posterior) y se observa el grado de desplazamiento posterior del fémur. Es conveniente comparar el grado de desplazamiento de la tibia con el de la rodilla contraria. El término "prueba del cajón" deriva de el deslizamiento de la tibia debajo del fémur hacia adelante o hacia atrás, como si se tratara de un cajón.
Signo del bostezo: indica daño de alguno de los ligamentos colaterales. Se busca poniendo una mano apoyada en un lado la rodilla y la otra mano sobre el lado contrario del tobillo, de modo de poder ejercer fuerzas que tiendan a angular la rodilla; luego se cambia la posición de las manos para ejercer las fuerzas en la dirección opuesta.
Prueba de Lachman: una prueba medica utilizada para examinar el ligamento cruzado anterior de la rodilla. Es reconocida como la prueba clinica con mayor sensibilidad y especificidad para la detección de rotura del ligamento cruzado anterior. incluso mayor que con la prueba del cajón anterior. El paciente debe estar en decúbito supino sobre la mesa de exploración, con la rodilla flexionada aproximadamente 20 grados, en rotación externa. Con una mano se sujeta el extremo distal del muslo y con la otra la extremidad superior de la tibia. Con el pulgar de la mano tibial colocado sobre la tuberosidad tibial se deben mover en forma simultánea la tibia hacia adelante y el muslo hacia atrás, observando el grado de desplazamiento anterior de la tibia. Siempre se debe comparar el grado de desplazamiento anterior con el de la rodilla contraria.
Los siguientes vídeos contienen información importante con respecto a la técnica adecuada para valorar esta articulación: